¡Acá no se discute!

Fui a visitar por unos dias a una ciudad llamada Aca-no-se-discute. Nadie estaba autorizado a discutir en esa ciudad nada, mucho menos las ordenes de el rey. Ni siquiera se les permitia a los niños discutir entre ellos. Discutir, me advirtieron cuando entre a la ciudad, esta castigado con pena de muerte.
Y llego el 10 de Octubre y se realizo un festival en el castillo real. De acuerdo con la costumbre, los principes,princesas,jefes y sabios se reunieron ahi a festejar un nuevo año sin discuciones. Entonces un sacerdote bendicio a toda la ciudad, primero a los mas ancianos, despues a los mas jovenes. Y se me ocurrio, para sorpresa de todos, preguntar : ¿Por que el sacerdote habia bendecido primero a los Ancianos y despues a los niños?
¡La multitud se alzo a gritar! Habia sucedido lo insolito. Era necesario aplicar la ley. El rey me sentensio a muerte al dia siguiente.
A la mañana siguiente me enroscaron una gruesa cuerda. El verdugo me llevo en su hombre, y acompañado por algunos respetables guerreros, comenzo a cruzar el rio ya que la sentencia debia hacerse al otro lado del rio. Cuando el agua le llegaba a los tobillos.. comenze a gritar de dolor ¡Ayuda! ¡Un cocodrilo me esta comiendo los pies!. El verdugo, irritado, respondio ¡Imposible!¡Te estoy llevando sobre mis hombros, estas lejos del agua! El verdugo habia roto el tabu de la ciudad: ESTABA DISCUTIENDO. Se lo hice notar a los guerreros. Como nadie sabia que hacer, me llevaron nuevamente con el Rey. ¡Ahi esta, detras de tu trono!¡Ese es el cocodrilo que me mordio en el rio! grite frente al Rey. Aqui no hay ningun cocodrilo, me dijo el Rey enojado. El mismo rey estaba contraviniendo la ley de no discutir. Me dejaron ir en libertad con tal de que saliera de la ciudad y los librara de una vez de mi ingenio.